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Me cuesta mucho ver a Gael Monfils salir de no favorito ante el finlandés.

Sí, Emil Ruusuvuori es un jovencísimo jugador de 21 años, que el año pasado dio un gran paso adelante, haciendo la mejor temporada de su carrera hasta ahora, y complicando a jugadores de un nivel más alto de lo que a principio de temporada se podía esperar, y es uno de los talentos emergentes que más guerra pueden dar en los próximos años.

Eso sí, de ahí a ponerlo de favorito ante un Monfils que todos conocemos su nivel, me parece otra historia.

Gael el año pasado empezó como un tiro, casi cargándose a Djokovic incluso en febrero, viéndolo a uno de los niveles más altos que le hemos visto en toda su carrera. El francés luego de la pandemia tuvo un regreso nefasto, con otro de sus ya habituales problemas físicos (el gran lastre de su carrera), no siendo capaz de recuperar un buen tenis.

A final de temporada, eso sí, decide cambiar el rumbo, cortando con su entrenador y contratando a Gunter Bresnik, ex-entrenador de Dominic Thiem, conocido por su exigencia extrema, sobre todo en lo físico.

Tanto Gael como Bresnik han declarado, que el francés se encuentra perfectamente bien físicamente, y ciertamente, en fases del único partido que ha disputado esta temporada Gael, ante Berretini en la ATP Cup, lo hemos visto con su habitual flexibilidad y llegando a bolas imposibles, como nos tiene acostumbrados. Gael ha relatado que está cambiando cosas en su juego, tácticamente y en su servicio, y que eso le llevará un tiempo, pero pese a ello, lo veo favorito a 5 sets, en un Grand Slam, ante un jugador más inexperto, y que dentro, al menos por ahora, para mí tiene mucho menos tenis que el francés.

Además, Ruusuvuori tampoco ha empezado la temporada para lanzar cohetes, con un balance de 2-2, con derrotas ante jugadores como Travaglia o un Coric que también está bastante atascado, como el Gael que habíamos visto últimamente.