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Qué bueno es Stan Wawrinka, y qué bien lo disimula cuando quiere. La imagen tan mala que mostró el otro día ante Kei Nishikori hace que, si ya tenía pocas esperanzas en él, terminó de machacarlas. Por el contrario, Cilic cayó contundentemente ante Murray, pero a nivel personal, no me pareció para nada que su nivel fuera malo.

Como bien he dicho, la imagen del suizo sobre la pista del O2 fue muy mala. Pasivo, sin chispa y tremendamente errático. Sumó 31 errores no forzados por tan solo 12 winners. Cifras que dejan claro por qué no tuvo ninguna opción ante el japonés. Cedió 7 bolas de break, y perdió hasta cuatro veces su servicio, mala noticia en una pista tan rápida como esta. Sus cifras al saque tampoco generan esperanzas, 64% de primeros (37/58), ganando el 62% (23/37), y levantando sólo un 38% de segundos (8/21). Me alargaría más, pero es que, aunque los números en su gran mayoría de veces no dicen demasiado, hoy creo lo dicen todo.

Una imagen totalmente distinta dejó Cilic sobre la pista ante Andy Murray. El croata falló mucho, sí (30 errores no forzados), pero es que, para ganar a Murray, que devuelve todo, es necesario arriesgar más de la cuenta. Ayer no le salió, pero jugando a este nivel no descarto que acabe disputando la segunda plaza con Nishikori en la última jornada. El partido lo cerró con un 51% de primeros (23/45), ganando el 65% (15/23) y levantando el 41% de segundos (9/22). A mí me gustó su imagen, me gustó las ganas que le echó, y me pareció que no estuvo tan mal como el resultado pueda aparentar.

Para cerrar, los duelos entre ambos en el pasado. Se han medido 12 veces, de las cuales Stan ha ganado 10 (4/5 en hard), y si no fuera por lo que hemos visto estas semanas, sería favorito, pero a día de hoy, yo me decanto totalmente por un Marin Cilic.