TipResumen

Dicen que el talento para hacer algo es la única cosa que jamás pierde una persona, y de eso podríamos hablar mucho de Garbiñe Muguruza, y sobre todo de Magdalena Rybarikova. La tenista eslovaca durante muchos años fue una de las grandes promesas del tenis mundial gracias a la magia que era capaz en la pista en exhibiciones puntuales, pero la falta de consistencia, mentalidad y físico siempre la lastró.

Los años pasaban y tras caer en la lesión más dura de su carrera, que la dejó casi un año en el dique seco encontró la fuerza que durante tantos años acusó, y cuando nadie daba un euro por ella ya, ahí tenemos un talentazo enamorando con un tenis de bandera. Magda tiene una capacidad innata para golpear a la pelota de cualquier forma, y es que la eslovaca domina tanto el juego de fondo como en la red, sabe hacer daño con la derecha liftada o deslizar la bola con un slice de revés mortal; al mismo tiempo que tiene la capacidad de sacar al nivel de las grandes, y restar con sus golpes cortados a las mejores sacadoras como Pliskova o Coco Vandeweghe.

Un talento innato que siempre pasó de puntillas por el circuito y que ahora amenaza a una de las llamadas herederas de Serena Williams en sus 3eras semifinales de Grand Slam. Hasta la fecha la historia de Garbiñe con esta ronda es de amor incondicional ya que tanto en Londres en 2015 como en Paris 2016 cuajó dos actuaciones tremendas para sellar el pase a la final, algo que para las bookies parece bastante claro que repetirá mañana.

Garbiñe ha dejado atrás la enorme carga que supuso a nivel mental conquista Roland Garros con 22 años, elevando las expectativas de su potencial al infinito. Ahora, de nuevo con el traje de incógnita ha ido mostrando su versión sólida y dura, la que ataca la bola con cabeza y orden, cometiendo pocos fallos, rompiendo las líneas en el momento idóneo y luciendo el mejor revés del mundo.

Su torneo ha sido impecable superando a Cirstea, Kerber, Kuznetsova, Wickmayer y Alexandrova cediendo tan sólo un set, pero siempre en un marco de partido en el que podía golpear relativamente cómoda, algo que mañana podría complicarse. Magdalena tiene un arma al cual Garbiñe le tiene pánico, y es ese revés cortado que descoloca por completo a la española a la hora de golpear, y que en hierba de manos de Flipkens, Cepelova, Strycova, Barty y la propia Rybarikova, ha firmado su muerte en 5 de las últimas 7 derrotas en hierba (las dos restantes ante dos pegadores mortales como Konta y Serena Williams).

[infogram id="https://infogram.com/wimbly-2607385835" prefix="fUc"]

La propia Magdalena hace dos años fue capaz de volver loca a Garbi con ese cortado, esas dejadas y esas subidas a la red que tanto usa en estas pistas de bote bajo, y de igual forma que volvió locas a pegadoras de la envergadura de la española como Coco y Pliskova, ahora es un condicionante serio al que Muguruza deberá hacer frente.

Está claro que ese revés cortado no debería ser arma suficiente para hacer frente a la versión inspirada que acostumbra Garbiñe en las rondas finales en los Grand Slams, pero hay dos datos más que muestran la metedura de pata de las bookies dando tanto favoritismo a Garbi:

-Muguruza ha perdido 6 de los últimos 7 partidos de semifinales

-Rybarikova ha ganado 5 de los últimos 6 partidos a cuotas más altas de @3, como sale hoy.

Por tanto, oportunidad muy grande para un impecable Garbiñe, de sumar su tercera final de Grand Slam en 3 años, pero para la cual no tendrá un partido nada sencillo ante una rival que sabe usar a la perfección un arma que históricamente tantos problemas le ha dado(sobre todo en hierba) a la española: el slice o efecto cortado.