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Nadie contaba con ella por su historial en hierba, pero cada día que pasa Elina Svitolina se va destapando más y más, dejando más que clara que su asentamiento como tenista Top es definitivo y sin vuelta atrás, sobre todo al verla rendir en su superficie más maldita. La ucraniana partía con una primera ronda de extremada dificultad, pero tras solventarla se ha paseado sin problemas tanto ante Schiavone como ante Witthoeft, alcanzando la 4º ronda de Wimbledon por primera vez.

El problema de sus pretensiones es que enfrente tendrá una jugadora que sin ruido está escribiendo mucha historia, y es que en los últimos años nadie había hecho un Grand Slam tan bueno a continuación de ganar su primer grande, como está logrando Jelena Ostapenko. La joven estrella mundial cada día se muestra más afianzada e incluso podemos decir que ha superado a rivales complicadas como Sasnovich o Giorgi sin ni siquiera mostrar su mejor tenis.

La cosa se va calentando y las grandes rivales se van poniendo enfrente, algo que en el caso de Jele es sinónimo de sacar a relucir la mejor efectividad de su fusil, el mismo que le dio hace un mes su primer Grande, de forma soberbia. Esta teoría no se queda en el papel, sino que traspasa el mundo real en forma de 40% de yield frente top 10, y 35% de yield frente top 20, y es que la letona siempre saca su mejor tenis en estos partidos.

Por lo tanto, y a pesar de que Elina nos ha sorprendido a todos gratamente quitándose las cadenas que le ataban a brillar en hierba, ahora mismo es imposible tener más confianza y soltura que Jelena Ostapneko a la hora de golpear la bola, algo que en estas pistas le da una opción única de lo que para las bookies sería “sorprender” a Svitolina.