TipResumen

Para este tercer partido de las finales tengo mucha confianza en que Lebron James capturará más de 10 rebotes.

En el Game 1 consiguió 15 rebotes, y en el Game 2 fueron 11 los que se sumaron a su casillero. ¿La razón? Lue está tratando de contrarrestar a los Warriors con Small Ball. Mientras que Lebron ha jugado en torno a 40 minutos en los dos partidos de la final, Tristan Thompson (clave en las anteriores finales) está jugando en torno a 20 minutos.

En esos 20 minutos de Tristan Thompson como pívot está captura 4 rebotes en cada partido (en el Game 1 solo 1 rebote defensivo, y en el Game 2 tan solo 2 rebotes defensivos).

Kevin Love, por su parte, ha disputado 34 y 30 minutos. Su presencia depende en gran medida de la aportación en ataque, especialmente en la segunda mitad. Ha capturado 21 rebotes (en el partido en el que Lebron capturó 15) y 7 rebotes (el partido en el que Lebron capturó 11). Con esto quiero decir que tenerle en pista no es necesariamente sinónimo de que arrebate rebotes a LJ.

Y podemos decir que ahí acaba la rotación interior de Cleveland. Channing Frye no jugó en el Game 1 y disputó 11 minutos en el Game 2, y Richard Jefferson se centra en aportar intensidad defensiva y ocuparse de Kevin Durant cuando sale a pista como teórico ala-pívot.

Por otra parte, podemos decir que hoy para Cleveland es casi un "Win or go home", ya que de no sumar una victoria los Warriors se pondrían 3-0 y tendrían el título a tiro. En cuanto a los ajustes de Lue, es difícil saber qué puede hacer, pero creo que la tendencia es cada vez más sacar pequeños y confiar en que Love o Thompson den la cara. De no ser así, podemos ver incluso muchos minutos de Lebron como "5" con Richard Jefferson y gente como Irving, Shumpert, JR Smith o Korver ocupando los puestos de perímetro, o incluso un Deron Williams que de momento está siendo más un lastre que una ayuda para los Cavs.

En conclusión, espero que Lebron se vuelva a ir a 40 minutos, y en los momentos en los que no se ocupe de KD es probable que sume rebotes con facilidad. Cuando se pone en modo bestia es capaz de dominar un montón de aspectos, entre los que se incluye el rebote.